jueves, 20 de diciembre de 2012

El Fin

Estamos envueltos en círculos, en ciclos, en líneas que al terminar implican el comienzo de una nueva.
¿Qué es entonces el fin? ¿La melancolía de eso que sabemos que nunca más vamos a vivir? Un sentimiento de vacío, un sentimiento de conclusión, algo que se relaciona con ese pasado cercano, que se convierte en pasado y que nunca más volverá a repetirse.
El tiempo es una línea constante, el cual es imposible detener, el cual es imposible retroceder. En esa línea todo se convierte en pasado, todo tiene su pequeño final porque al fin y al cabo a medida que el tiempo siga corriendo va a ser imposible reproducir a la perfección aquello que ya ocurrió.
¿Acaso vivimos en un ciclo sin fin de finales? ¿Por qué tanto miedo nos genera el fin?
Los finales no son objetivos, la sensación orgásmica de ellos se la damos nosotros. Nosotros hacemos el preámbulo, los vivimos y sentimos el después de ese "fin".
 El miedo al fin es pura creación de quien lo vive, ya que en realidad vivimos en un círculo de finales únicos e irrepetibles.


 (Conclusión que deviene del 21/12/2012)

lunes, 3 de diciembre de 2012

El Egocéntrico.

El egocéntrico no sólo se caracteriza por amarse a sí mismo. El egocéntrico no es narcisista, no es aquel personaje que se miraba en el reflejo de un lago y lo único que hacía era deleitarse con su propio ser.
El egocéntrico, suele ser ególatra, sí, pero no siempre. Y también tiende a ser egocentrista.
El egocéntrico no es sólo el mejor haciendo eso que nadie más puede hacer, no sólo es esa persona que sólo puede hablar de sí mismo, no es sólo aquel que hasta tintes egoístas puede tener. El egocéntrico, principalmente, se cree único. Él y nadie más. Él único capaz de hacer bien las cosas, él único del que se puede hablar, pero también el único en el mundo. Sólo. Sin otros con quien compartir esos quehaceres, sin otro de quien o con quien hablar y por decantación el único que tiene todas las responsabilidades, todas las culpas, todos los problemas. ¿A quién le va a pedir ayuda el egocéntrico si para él, él es el único? ¿A quién le va a pedir ayuda el egocéntrico si toda la culpa es suya? ¿A quién le va a pedir ayuda si ni siquiera eso le va a permitir a los demás?
El único perjudicado es el egocéntrico porque lo único que hace es autodestruírse, porque no sólo está solo sino que sabe perfectamente como alejar (sin querer) y sabe cómo hacer para que todo sea su mérito o,  dicho en genuinas palabras de alguien egocéntrico, su culpa.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Necesitamos

La fortaleza que intentamos construir y al mismo tiempo mantener, no solo se vale de paredes fuertes y difíciles de romper, también se logra por oposición. Quebrarse, debilitarse, resguardarse, es parte de esa fortaleza femenina que tanto defiendo. 
Sentir la parte anterior a las manos quebradas, sin fuerza, los hombros agotados, el autoestima barriendo lagrimas recientes y una apatía hacia la inmensidad que nos rodea, también es algo que nos puede suceder. Tener la necesidad de apoyar, por un rato, la cabeza en un hombro ajeno y no mantenerla erguida, es parte de una y hay que satisfacerla.
Pero, ¿Tan difícil es pedir ayuda? ¿atención? ¿cuidado?
Es difícil confiar en otro y dejarse caer, por al menos unos minutos a la semana, sobre los brazos de alguien más. Pero es necesario y es lindo, hermoso, se siente bien.
Es difícil pedir. Muchas creemos que a lo mejor la otra persona ya tiene que saber qué necesitamos. No lo sabe, puede ser por idiota, o por ciego, o porque simplemente no lo vio (ese es otro tema que seguramente se abordará cuando algún tipo de enojo resurja desde mis adentros) Esta bueno pedir, porque al fin y al cabo lo que uno pide es una muestra de amor, por más que ya sepas que la otra persona te lo daría, pero hay veces que uno necesita ser mimado, necesita que lo arropen, que lo besen, que lo cuiden, sin hacer nada más que disfrutarlo.
Puede ser una caricia continuada, un desayuno en la cama, unos besos antes de dormir, una mirada profunda que diga todo: desde el "estate tranquila y descansa" hasta el "te quiero mucho" y hasta el "tranqui, ni se te nota el granito", hay veces que no sabemos si somos lindas y queremos que nos lo digan y hay veces que queremos que nos agarren la manito.
Las mujeres amamos con la mente, con las acciones, con el cuerpo, con la comida, a veces nos desgasta y hay veces que queremos ser reinas. 
Hay veces, que necesitamos que nos amen sin la obligación de amar.

domingo, 5 de agosto de 2012

Qué hermoso que sos.

Me di cuenta que siempre parto de generalizaciones, de hechos modelos, y de estereotripos. Tal vez para desarmarlos, desarticularlos, destrozarlos y poder llegar a hechos más puntuales, individuales, especiales, más allá de lo ordinario.
Los hombres y las mujeres, y sus formas y sus diferencias. Sus diferencias acentuadas en las normalidades, en las costumbres, en la historia.
La mujer como objeto sexual es mucho más común que el hombre. Me han llegado a decir que es porque efectivamente el cuerpo de la mujer es más lindo, por sus curvas, por aquellas partes delicadas tales como las manos largas, las piernas (piernitas) los labios carnozos y aquellas preferencias que cada uno tendrá. Pero la mujer ha cumplido ese rol desde siempre, hoy ya es una costumbre, es parte del machismo por decirlo de alguna forma, pero no por estas normas implicitas podemos dejar de ver lo hermosos que son los hombres. No me parece mal que las mujeres sean admiradas por su belleza, sean simbolo de deseo, en la vida hay mucho deseo y muchas imagenes, me parece mal que los hombres no sean admirados por eso mismo también.
Las curvas no tienen una relación directa con la belleza. Las líneas rectas y formas rectangulares también tienen su atractivo, uno más relacionado con la seguridad, con la firmeza. 
Personalmente y dejando de lado cualquier tipo de ficción, me gusta mucho como queda estéticamente las clavículas en ellos.
Por otro lado, la barba, esa protección, esa desprolijidad que es imposible de ver en una mujer, denota aquella virilidad por la cual un hombre es hermoso. 
El cuerpo masculino es lindo también, a las mujeres nos gusta y lo deseamos. También los miramos por la calle y pensamos en ustedes.
Los hombres son lindos, hermosos, deseados y me atrevo a decir que muchas los han visto, también, como objetos sexuales.

martes, 31 de julio de 2012

No es cuestión de mujeres.

Recaer en obviedades es fácil porque claramente hay un patrón. No está bueno estigmatizar, ni generalizar, tampoco hacer una discriminación en base a eso, pero a la hora de dejar algunas pautas claras, tal como lo quiero hacer yo, me parece imposible hacerlo de otra manera más que a traves de los estereotipos que ocupan la escena hoy en día.
El sexo masculino se queja de la poca simplicidad que tenemos las mujeres para pedir, para decir las cosas, para expresarnos, etc. Es un tómalo o déjalo. La simplicidad se relaciona con la utilidad, la efectividad, el pragmatismo y casi ni hay que aclarar que nada de todo eso puede caber dentro de lo que significan las relaciones humanas.
Me gustaría que lo que voy a plasmar a continuación sea interiorizado por los hombres, todos y cada uno de ellos, cualesquiera que sea el rol que cumplen en la vida de una mujer, siguen siendo hombres y siguen relacionándose con una mujer.
Afirmar que cuando la mujer dice "no" es "sí" es caer en simplificaciones positivistas. Este mito puede llegar a ser aplicable, pero precisa de un análisis previo. Hay que saber leer la situación, entender si hay tensión en el ambiente y por sobre todo entender qué es lo que se le pregunta u ofrece a la mujer. Ese "no" que puede llegar a significar un sí, significa la necesidad de que nos indaguen, pregunten, lo que sea; varias veces porque no es fácil plasmar lo que a uno verdaderamente le pasa, o quiere, o necesita. Y cuando una se enoja porque el hombre se queda con la primera respuesta, es porque nosotras sabemos que el hombre sabe que pasa algo y también sabemos que le da pereza, desgano, fiaca, una paja terrible. Pero es así, como sabemos que cualquier tipo de pedido, sentimiento, pensamiento les van a generar ganas de meter la cabeza adentro de una maceta, nos es dificil decir "sí" en vez de "no" generando esta especie de burocracia en las relaciones humanas.
Por lo tanto, no es cuestión de mujeres, es cuestión de relación y de dinámica.

lunes, 9 de julio de 2012

Muertes impensables

Hay personas en la vida que son irreemplazables. Evitando imágenes lapidarias, no me refiero, ni a una madre, ni a un padre, ni a un familiar, ni siquiera a alguien que queramos profundamente. Me refiero a aquellas personas que cumplen más bien un rol, una función, un papel, que mucho otros podrían cumplir pero que no sería lo mismo, porque no solo cumplen un rol, también son personas con sus singularidades individuales que hace que uno los elija día a día para cumplir ese rol.
Por ejemplo, Melina, mi psicóloga, qué sucedería si un día de repente desaparece (para no usar la temida palabra con M) ¿Qué es lo que yo debería hacer? ¿Cómo lo debería afrontar? Tendría que hablarlo con alguien, por ejemplo, mi terapeuta, pero ¿cómo hablar de la muerte de mi terapeuta con mi terapeuta?. ¿Debería conseguir un nuevo terapeuta?
O por ejemplo, la mismísima Amanda, mi depiladora, tú depiladora. Muchos dirían que nada más es una depiladora, que ese trabajo lo puede hacer o Betina o Ruth. Pero la verdad es que Amanda fue mi primer depiladora y aquella a la que acudo cuando hay que accionar sobre partes específicas de mi cuerpo. ¿Qué sucedería si un día Amanda desaparece? Sería dificil afrontarlo, pues si me preguntasen quiénes son aquellos que conocen mejor tu cuerpo, mi respuesta sería: mi novio y por supuesto, mi depiladora. No es tan fácil reemplazar este tipo de vínculo, este tipo de cercanía, este tipo de confianza arraigada simplemente en acciones tales como la depilación.
Afrontar la muerte de estos seres emblemáticos en la vida de uno, los cuales no es que son destinatarios específicamente de nuestro amor, sino más bien, parte de un lazo único e irreemplazable, debe ser desconcertante.
Es impensable  la desaparición de estas personas que son parte de nuestra cotidianidad, pero de tan impensables que son, creo que nadie estaría preparado para que ocurra.
Tanto las depiladoras, como las psicólogas, como aquellas personas que pertenecen a nuestro pequeño mundo de rutinas y rituales, deberían ser inmortales.


domingo, 1 de julio de 2012

DECIR "Mi vida es una mierda"

La vida es dura. Durísima. Nos hace morir y volver a nacer más de las permitidas. Nos hace desilusionarnos de nosotros mismos más veces de lo que el autoestima podría soportar. Nos hace vincularnos con personas que después vamos a perder. Nos hace esforzarnos día a día por algo que no sabemos qué es. Y lo peor de todo es que quejarnos no soluciona nada.
Parecería que la queja está instalada desde siempre y para siempre. Es automático, es como un dispositivo que se dispara en aquel momento en el que la vida nos juega algo en contra que nos hace quejarnos. Quejarnos y nada más. Manifestar al mundo lo horrible que es nuestra vida cuando el mundo también tiene una vida horrible. La queja se queda solo en las palabras. Palabras que no tienen un claro destinatario. ¿Un otro? ¿Uno mismo? ¿Dios?
Personas que se quejan. Este comunicado es para ustedes:
La queja anula la capacidad de acción. La queja es quedarse en las palabras y profundizar la desilusión de esa, cualquier cosa, que nos haya molestado. La queja es tener una concepción de la realidad naturalista. El que se queja vive la vida, ve la realidad de una forma y no hace nada al respecto solo se atiene a decir "Mi vida es una mierda". Bueno, vos sos un inútil.
 El quejarse debe tener algo que ver con resabios que nos han quedado de aquellas sociedades comandadas enteramente por la religión cristiana. Las cosas eran de una forma y no de otra porque Dios así lo concebía. Desde esa perspectiva se entiende la queja, porque qué se puede hacer si el único que tiene la capacidad de transformar las reglas del juego es Dios. Ya han matado a Dios. Federico lo ha matado, y sin embargo la queja sigue estando más que vigente.
Ustedes, quejosos, por más revolucionarios que puedan ser en sus ideas, si se les cayó la tostada y lo único que pueden hacer es aullar "mi vida es una cagada", lamento decirles que tienen a Dios y a todos sus secuaces más adentro de lo que creían.
La queja naturaliza, elimina la capacidad de acción y los hace inútiles.
Dejemos de quejarnos y hagamos algo para que la vida no sea una mierda.

viernes, 11 de mayo de 2012

No, Daddy Yankee, no.

Hablar desde la mujer es algo en lo que ya soy experta, parece. No sé si a las mujeres les gusta leerme o no, porque no sé si alguien se pueda llegar a identificar y eso es clave en la relación que se lleva a cabo entre aquellos que escriben y aquellos que leen. Es difícil identificarse, somos muchos y muy distintos (por suerte)
Sin embargo, hay algo en lo que deberíamos estar de acuerdo todas las mujeres. Sí, a nivel mundial, deberíamos hacer una gran pueblada de las calles para unirnos. ¿Qué será aquello tan poderoso que tendrá la potestad de unir a todas la mujeres del mundo? Las canciones de reguetton (regueatón?) y todo lo que ellas encarnan con respecto a la discriminación de género. Primero y principal la calidad musical deja mucho que desear pero sus letras muestran un gran retroceso con respecto a lo que años de lucha han logrado con la imagen y el significado de lo que es ser mujer. El reguetón, género que se podría decir que derivó de la cumbia villera pero que en realidad tiene sus raíces en países centro americanos, ha destruido la imagen de la mujer como ser revolucionario, que ha luchado por sus derechos y la ha convertido en una imagen meramente sexual que pide a gritos "por más gasolina". ¿En qué nos convertimos? ¿Cómo puede ser que en la mayoría de los boliches suenen canciones que hablan sobre "el bombón asesino" de las chicas, sobre como los hombres cantan "hoy voy a azotarte, pegarte y lo malo es que te gusta, castigarte por tu mala conducta" y cómo puede ser que el exponente del romanticismo sea Arjona con la frase "tu reputación son las primeras seis letras de esa palabra"?
Realmente me pregunto qué tipo de lucha sostenemos si esta es la música popular. La violencia de género puede ser mucho más sutil y efectiva que una trompada o una típica frase como "anda a lavar los platos". La violencia de género manifestada en este tipo de música, que de alguna forma encarnan la cultura llevada a cabo por las masas, es mucho más sutil y alienante pero no por eso menos corrosiva. Tenemos que entender que la mujer no es un objeto sexual pero que sí disfruta el sexo tanto como el hombre. Tenemos que entender que la mujer tiene mucho más que un bombón asesino y que además puede llegar a ver atractivo el bombón asesino del hombre.
Las mujeres y los hombres son diferentes pero no desiguales y aún queda mucho por recorrer porque si la música más escuchada trata sobre cómo las mujeres tienen la capacidad de abrirse de piernas y moverse hasta abajo mientras los hombres piden cerveza, significa que el rol de la mujer en esta sociedad sí es penoso.
 Menos daddy yankee, por favor.

jueves, 3 de mayo de 2012

El amor duele (a uno mismo también)

Hay distintas interpretaciones de lo que significa cuidarse. Dependiendo de dónde seas oriundo, de qué tipo de familia provengas, de qué tipo de costumbres tengas, etc. Pero si tenemos en cuenta lo que supuestamente es cuidarse para una mujer hoy en día, en esta sociedad pos-moderna, occidental, latinoamericana, cosmopolita; la mujer debe luchar por sus derechos, combatir el machismo, trabajar y pedir igualdad, pedirle amor a su pareja pero también la mujer debe depilarse. Y no me vengan con que no es necesario o que eso depende de la libertad individual porque quiero ver la reacción de aquellos que me refutan cuando en el bondi vean aquel recoveco por debajo del brazo de la mujer repleto de...pelos. 
Está bien, la verdad es que muchas de nosotras estamos lo suficiente socializadas como para desear depilarnos, porque claro, es parte de ese cuidado implícito que debemos tenernos. Cuidarse es quererse, no? Salvo excepciones que mejor no cruzarse. Depilarse es quererse? Aunque sea un mandato social, por una cuestión de razonamiento lógico frente a las anteriores premisas, sí.
 Siguiendo esta línea de pensamiento, el ponerse cremas, el comprarse ropa, el cortarse el pelo, el comprarse un perfume, etc. también es quererse. Parecería que intentar sentirse bella (siguiendo las reglas de lo que hoy en día en mi contexto significa belleza) es quererse. Es que ponerse cremas, perfumarse, comprar ropa son lindas sensaciones.
 Pero, ¿POR QUÉ DENTRO DE ESTE GRUPO DE ACTIVIDADES FUE INCLUIDA LA DEPILACIÓN? Estar depilada me encanta. Pero no hay que olvidar el momento previo a la depilación, o sea el momento en el que no estas nada depilada y que te tenes que ver así para que de algún modo valga la pena esa plata invertida en el salón de belleza. Tampoco hay que hacer caso omiso a la vergüenza que una pasa en la depiladora: estar tirada, generalmente en paños menores y que otra señora te pase cera con una espátula como si fueras un lechón siendo marinado. Tampoco hay que olvidar la perdida completa de dignidad prestándote a escuchar una gran cantidad de frases: "A ver corazón, abrime las piernitaas" "Mmm, me parece que alguien se estuvo pasando la gillete" "Profundo, no? Me parece que necesitas profundo vos" "A ver, date vuelta y ponete en cuatro..." Y por favor, cómo vamos a olvidar el dolor. En realidad,las dos etapas de dolor: la primera, aquella en la que sentimos la alta temperatura de la cera y la segunda y más dolorosa, ese tirón que no es el de un solo pelo, ni de dos, es el de todos esos pelos que nos queremos quitar. Por lo tanto, el dolor es directamente proporcional a la cantidad.

 ¿Y por qué decidimos sufrir esto? Porque seguimos pensando que está bueno ser bella, porque está bueno cuidar nuestra femineidad, porque nos queremos cuidar, porque supuestamente nos queremos y el amor duele.

martes, 24 de abril de 2012

Sobre esto ya escribió Süskind.

Sobre el amor y la muerte hablamos todos. Me ha dicho un profesor muy sabio que en realidad son los temas primordiales de la literatura, es decir que, al fin y al cabo, por más vuelta que le quieras dar siempre terminas hablando de alguno de los dos, o de los dos, o de uno lo que significa que terminas hablando del otro. De hecho Süskind escribió un libro que recomiendo con mucho entusiasmo que se llama "Sobre el Amor y la Muerte" No es un libro que abarque todo lo que estos conceptos puedan llegar a significar, sino yo no recomendaría un libro tan pretencioso, es un libro amable.
Igualmente, al punto que realmente quería llegar era a ese amor que mata. Ese amor, que por lo tanto es eterno. El amor no correspondido, que tal como dice Woody Allen, es el único que dura para toda la vida.
El amor no correspondido es casi el motor de la vida del individuo (decir de la sociedad sería tomarme un atrevimiento que muchos marxistas no me perdonarían). El amor no correspondido es ese deseo que sabes que nunca vas a satisfacer pero que por alguna extraña razón lo seguís alimentando torturándote viendo fotos de esa persona, haciendo cosas que a esa persona consideras que le gustaría que hagas, yendo a los lugares que sabes que esa persona frecuenta, etc.
¿El amor no correspondido siempre se mantiene en su esencia de amor o puede transformarse a lo largo del tiempo? La verdad es que no sé, que no tengo idea, la verdad es que puede haber obsesionados, puede haber enamorados, puede haber enamorados que se obsesionan y obsesivos enamorados.
¿Qué significa el amor no correspondido? El amor no correspondido es el miedo al amor. Enamorarse de un imposible, de un ideal, de ese alguien que se encuentra demasiado lejano a nosotros como para poder si quiera conectarse con algún aspecto interesante nuestro. El amor no correspondido es mantenerse ocupado para lo que significa que te correspondan el amor, porque seamos realistas: estar enamorados no es fácil, personalmente me da mucha vergüenza. Sabes que la otra persona tiene un poder enorme sobre vos y sabes que puede hacer lo que quiera, pero también sabes que vos tenes ese poder sobre esa otra persona y que es responsabilidad tuya y nada más que tuya cuidar de que ese poder no lo lastime.
Por eso! Anda a atreverte a dejar que te quieran! Así cualquiera se busca un amor que no corrsponda, para mantenerte ocupado y que nadie más que vos pueda quererte. Es fácil caer en la tentación de agarrar cualquier pájaro que esté por el aire y aferrarte ciegamente, para que de ese modo no haya posibilidad de que encuentres aquello que solo de a dos se puede construir
El problema del amor es que en realidad todo lo que escribí es al pedo, porque a veces no hay lugar a la elección.

martes, 10 de abril de 2012

Hegel y el mensaje de texto.

Las mujeres tenemos la contradictoria capacidad de pensar muy rápido y mucho y al mismo tiempo y sin frenos en el medio. Somos una especie idealista en nuestra concepción del mundo. Partimos de una tesis, antítesis, síntesis y no paramos, pero no paramos en serio. Al menos hasta que nos frena un licenciado en psicología o no nos queda otra que frenarnos solas porque realmente estamos viendo la posibilidad de dejar todo y vivir bajo un puente.
La importancia que alguien le puede dar a un mensaje de texto aumenta a medida que más idealistamente femenina es esa persona. Un mensaje de texto es como un telegrama y todos somos conscientes que le da al destinatario la posibilidad de responderlo o no, o de ser inmediato o hasta de tardar añares en contestarlo. ¿Entonces por qué resulta más estresante que una película de Hitchock todo el rito que implica mandar un mensaje de texto? Por esa misma característica del imaginario femenino, por esa capacidad de partir de un pensamiento, desvirtuarlo completamente y llegar al pensamiento más alejado posible.
Ya de por si, ser la que PRIMERO envía un mensaje de texto no implica solo mandarlo. No al menos en la mente femenina, implica demostrarle a la otra persona que sos sumamente madura y que podes mandar un mensaje súper despreocupada, pero que al mismo tiempo significa un acto de amor heroico ya que una nunca se sabe como será el porvenir luego de haber apretado el "enviar"
Luego está la espera, la incertidumbre, el momento previo, la incógnita que podría resultar casi infinita; ese momento en el que esperas su respuesta. La mente femenina comienza a maquinar, comienza a pensar cuánto tiempo podría tomarle escribir un par de renglones, o empieza a pensar en las posibilidades que implicarían que no conteste, ya sea: la falta de crédito, la falta de batería, el hecho de que aún no lo haya visto, o.... la peor de todas: considere que no es tan importante contestarlo, o capaz ni tiene ganas, o capaz hasta le haya molestado que le hayas mandado un mensaje diciéndole que la bicisenda, esa del orto, te hacía acordar a él. Los pensamientos van a variar, mutar y evolucionar según el tiempo que él tardé en contestar y solo tendrán un párate cuando tu oído perciba el "piripipi" de tu celular.
Abrirás la el buzón de entrada y veras su respuesta. La analizaras detalladamente y sacaras suficientes conclusiones como para hacer investigaciones de un año. Los signos de puntuación siempre serán decisivos, un "jaja" no es lo mismo que un "jajaja", el ok siempre detonará mala onda y la longitud de la respuesta siempre será un punto clave a analizar.
Luego llegará una nueva dicotomía: ¿Se le vuelve a responder o no? ¿Qué es mejor, ser la última en hablar o que él lo sea?.
Este proceso diléctico podría repetirse infinitamente hasta que seguramente el hombre diga en un momento "beso" y ahí sí que una mujer no se atrevería a continuar la conversación, porque ya sería explícito para ambos que está rompiendo las pelotas. Mucho.

Es de este modo que vemos y analizamos como inconscientemente la mente y los actos femeninos son cuestiones filosóficas, o dicho burdamente, la mente y los actos femeninos son inentendibles (hasta a veces por las mujeres mismas) Sin embargo, por alguna extraña razón, todavía no nos han desechado y todavía nos siguen necesitando (ellos, los hombres)


martes, 28 de febrero de 2012

El de rastas

Cuando empezas a descubrir el mundo empezas a discriminar en aquello que te gusta y aquello que no.
La edad en la que las hormonas empiezan a comportarse como maíz en proceso a ser pochoclo, a las mujeres nos empieza a gustar el hombre por esas cosas que el hombre e estereotipadamente caracterizado. La virilidad, la sangre caliente típica de los mamíferos, unos brazos tonificados que demuestren que son su herramienta de trabajo y hasta tal vez un pelo sucio y despeinado.
Me atrevo a afirmar que durante ese momento de la vida de toda mujer, a casi todas les ha gustado "el de rastas". "El de rastas" puede ser ese joven de una edad no fácil de adivinar que claramente va a tener la cabeza llena de rastas, lo cual nos remitirá directamente al rey de la selva que inconscientemente nos atraerá por esta condición de rey que le atribuiríamos. Este espécimen seguramente se caracterice por andar en bicicleta por la ciudad, probablemente con la parte superior de su cuerpo descubierta sin importar las condiciones climáticas.
La imaginación de la mujer, a partir de esta imagen deducirá que seguramente es un luchador, que le encantan las mascotas, que escucha Manu Chao y ama la naturaleza. Casi, el tipo perfecto. Pero... como bien hemos descripto, todo esto sera disparado por la pretenciosa cabeza femenina que a partir de un vistazo de "el de rastas" recreará al hombre perfecto.
Afortunadamente, el pasar de los años generan sabiduría que abre a la mente a nuevas formas de ver y entender el mundo, por lo tanto una puede ver a "el de rastas" como ese rey león capaz de solucionar tu mal con los hombres o como un hippie sucio que seguramente debe tener olor a humedad, que debe hablar mucho de la naturaleza pero que sigue mantenido por sus padres y que por eso se puede dar el lujo de hablar de cosas verdes y que te da la posibilidad de imaginar dos palabras con él y ya su lentitud al hablar te aburriría soberanamente.

Nos vamos poniendo más viejas y por lo tanto menos conformistas y capaz si la suerte no nos acompaña más solas, pero al menos podemos realmente decidir qué es lo que nos gusta.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El camino para ser feliz... ¿es espiritual?

Una es consciente que desde pequeña ha recibido educación, valore y sensibilidad, entre otras cosas. Una sabe lo importante que son aquellos gestos que manifiestan amor, una sabe lo importante que es estar rodeado de buenas personas y una sabe que los bienes materiales son cosas intercambiadas a través de dinero que tienen una vida útil y que no son determinantes ni en el día a día ni en lo más profundo de una... Pero qué feliz sería yo si pudiese comprarme esos zapatitos negros con la tirita blanca, qué mujer completa, independiente, moderna, audaz me sentiría si tuviese esos zapatitos en mis manos (mejor sería en mis pies)
Es muy fácil armar un discurso en el que las cuestiones espirituales predominen despojándonos de aquellos bienes materiales, pero en la práctica y viviendo en este mundo, en este ambiente que nos moldea, nos interpela constantemente, qué difícil es negar que la felicidad la podemos llegar a encontrar en ese par de zapatos de los cuales somos conscientes que no son determinantes para nada pero de los cuales nuestra sed por ellos es insaciable.
Realmente me sorprendo a mi misma con esta necesidad casi biológica, con esta abstinencia incontrolable de algo que tengo por montón pero que de lo cual el mercado me ofrece una variedad que a decir verdad es bella para mis ojos y que me gusta (o eso es lo que creo) y que los quiero. Todo esto me ocurre a pesar de ser consciente de todo lo otro; del amor al prójimo, del amor de por sí, de las buenas personas, de la sensibilidad, de la conección y hasta se podría decir que del alma.
¿Esta mal querer esos zapatos que no son esenciales pero que al menos contenta me van a poner?

miércoles, 15 de febrero de 2012

La modernidad.

Alguna vez me han dicho que yo nací en la post-modernidad. Casi del futuro me siento.
Parece obvio que en algún momento las cosas iban a comenzar a cambiar. De hecho siempre ha sucedido; cambian las modas, las arquitecturas, los parámetros de belleza. Como ha dicho Mercedes Sosa, todo cambia.
Pero lo que yo me pregunto es por qué carajo oriundos del barrio de palermo (en gral y sin ser prejuiciosa) que aunque muchos no puedan creerlo quede en Argentina, en América Latina, intercalan palabras en inglés en el medio de las frases y crean términos bilingües.
Entiendo la post-modernidad hasta un punto.
Eco-friendly. ¿Amigo de la naturaleza? ¿Amigo del eco? ¿Amigablemente natural?
Gay-friendly. ¿Amigo de los gays? ¿Acaso es un don ser amigo de los gays? ¿O en realidad es amigablemente gay?
Bici-friendly. ¿Amigo de la bici? ¿Macrista que esta a favor de la bicisena porque es una medida muy "EUROPEA......"? ¿Amigablemente bicicleta?
children-friendly (completamente en inglés) ¿De repente me quedé embarazada y no me queda otra que decir que amo a los chicos? ¿Solía encerrar a los chicos en un corral pero después me amigué y ahora me jacto de quererlo? ¿Amigo de los niños?
poronga-friendly. ¿Poder comerse una poronga sin problema? ¿Una poronga amigable? ¿O prostitua?
Parece que este presente es el futúro.Nuevos términos, muchas más preguntas.

viernes, 10 de febrero de 2012

Mejor sola que mal acompañada....¿Mejor sola o mejor mal acompañada?

Parece que es obvio: Preferible estar sola que estar mal acompañada. Pero los números, los datos, los porcentajes, no dicen lo mismo.
Hay muchísimas mujeres que se bancan el pasar de los días, las rutinas, los hombres pelados, el aumento de la panza, la falta de cariño y demases cosas que por supuesto tienen un tinte negativo para qué. ¿Para no sentirse solas? ¿Por fanatismo desenfrenado de las rutinas grisáceas? ¿O acaso será que en realidad mejor mal acompañada que sola?
A las mujeres nos gusta amar y sentirnos amadas, nos gusta el “chuchi chuchi” y todas esas cositas, pero todas esas cositas son nada más que esas cositas. No nos gusta el desinterés, la falta de comunicación, las visitas esporádicas y las vidas ordenadas casi cronológicamente. Parece que eso lo tenemos todas bastante clarito, sin embargo, ¿por qué nos seguimos prestando a relaciones que son una mierda, a relaciones en la que el hombre que tenemos al lado no nos gusta, nos parece muy poco interesante, inspirador, o cualquier tipo de cuestión atractiva? Es simple, la soledad puede llegar a ser una patada en la ovarios el segundo día de “mestru” Y no me vengan con la boludez de que “sos soltera, no sola” porque seamos realista: sos sola. O por lo menos lo sos ese sábado lluvioso medio fresco que estas viendo una peli y comiendo helado, o lo sos el día que te invitan a una fiesta y en la invitación dice “Celina y acompañante” y todos sabemos que el acompañante no es ni una amiga, ni tu prima y mucho menos un amigo.
Parece que en la balanza, bancarse a un perejil no es tan grave después de todo, capaz ese infeliz fanático del fútbol te da un abrazo cuando nadie te lo da, ese infeliz hasta te debe querer y lo más importante de todo, ese tipo que sabemos que no está ni cerca del principe azul, o sea que ni siquiera puede llegar a tener algún titulo de la nobleza, te saca esa sensación seca, amarga, disgustante, deprimente: la soledad.
De este modo, el estar mal acompañada puede llegar a ser una gran cagada, pero ojo! ¿Sentirse sola es mejor?
Por eso, esta frasesita hecha por personas como Paulo Coelho y escritores que se piensan que te pueden arreglar la vida escribiendo un par de frases hechas, no sé si es tan cierta. Entonces ¿Mejor sola o mejor mal acompañada?

martes, 7 de febrero de 2012

El hombre del frizzé.

Hay diferentes cosas que le definen a uno. Puedo llegar a sonar prejuiciosa y superficial...lo puedo llegar a ser, no te lo niego. Pero para mi el tipo de música, el corte de pelo, hasta la ropa dicen mucho de uno. Esto también sucede con el tipo de bebida alcohólica que un ser humano suele consumir.
Señores, el alcohol nos define y ahí sí que no hay tutía, ni changüi, ni nada. Las cosas son como son y si te tomás una cerveza no sos el mismo tipo de persona que se toma un gancia.
Existe el hombre que en una circunstancia de salida, así entre charlas, de repente se para, se va al bar y trae un frizzé. Es ése el preciso momento en el que podés empezar a imaginar como sería el resto de la noche si continuases con ese individuo: Se tomaría su bebida que podría llegar a ser azul y hasta te hablaría de qué tipo de mujer sos vos... (¿Viste cuando el hombre te empieza definir como si te conociera de toda la vida y no solo eso sino que también define el tipo de persona que deberías tener al lado? Bueno eso) Luego te diría si no lo querés acompañar al balcón a fumarse un "puchito" y como su bebida de cabecera es el frizzé es evidente que le gustan mucho los cigarrillos mentolados porque sería de esos hombres que se ponen spray para el aliento, perfume berreta (mucho), mucho desodorante y hasta podría llegar a tener un peinado definido.
En el momento del balconcito y el puchito, comenzaría la situación en la que el macho alfa intentaría conquistar a la hembra. Haría lo que él piensa que es una matadora mirada que consistiría en entrecerrar los ojos y sonreír de costado, cosa que según mi mirada nada más es señal de sueño, y empezaría a hablar mas suave, despacio, lo que dificultaría mucho que lo escuches y te convertiría en una setentona sorda preguntando constantemente "¿qué?.
Cuando aquel macho en busca de apareamiento piense que la cosa está bastante "cocinada" intentará darte un beso y vos, que todo este tiempo lo único que entendiste fue que no escuchabas nada y que este chico tenía sueño, te reirías en su cara.
Pero hay una forma de evitar esta situación entre bochornosa, melosa y levemente asquerosa: evitando al hombre del frizzé

domingo, 5 de febrero de 2012

La mujer satanas.

Al menos hay mujeres que tienen la suerte de no encarnar esa imagen de la mujer perfecta. Sin embargo, y para mi desgracia, la tuya y la de cualquier hombre que pueda llegarse a quedar atrapado en esas perfectas telarañas de buena cocina, un gran espíritu maternal y aros de todos los colores, hay mujeres que son perfectas.
No soy una mina resentida, solo sospecho. No puede ser que a los veinte años haya mujeres que ya sepan que quieren tener hijos, que cocinan divino, que van al gimnasio y que ya te las podes imaginar con su 4x4 y su golden retriever. Esas mujeres son satanas. Te lo digo así, no hay duda.
Ese tipo de mujer ( y todo basado en estudios de campo) son el tipo de mujer que no te dejan pasar una, no te admiten un error y siempre esperan algo a cambio. Jodidas. Esa sonrisa cual catie Fullop después de haber tomado un activia no viene gratis, no chiquito. Esa sonrisa viene con un contrato en el cual la letra chica es ilegible. Esa sonrisa maternal viene de la mano con una fuerte tendencia a acaparar todo, a controlarlo todo y hasta son capaces de convertir al hombre que tienen a su lado en un ser casi vegetal que asiente constantemente ante cualquier cosa que diga la mujer diablo.
Son muy tentadoras. Tienen todo lo que supuestamente debería tener la mujer con la que te deberías casar para conformar una familia feliz.
OK, si a los veinte años tu sueño es el casamiento y los hijos, está bien, casate con la mujer satanás y váyanse a una isla aparte a cultivar mujeres diablo del SXXI que vienen más completas que la nueva procesadora philips, pero más controladoras e inhumanas que aquel personaje que interpretó Meryl Streep en el Diablo Viste A La Moda, Miranda.

viernes, 3 de febrero de 2012

Lo peor y más rico de una son aquellas dicotomías que no permiten explotar al máximo ningún tipo de cliché.
Ser la confluencia perfecta entre la descendencia de la clase patricia de buenos aires y la descendencia de judíos exiliados, intelectuales y por decirlo de alguna forma, levemente bolcheviques, no es tarea fácil. Soy una especie de Borges... claramente haciendo caso omiso a la parte de la escritura, un poco más linda, con mejor vista y del SXXI
Toda una vida discutiendo con una misma qué tipo de moral iba a ser la que llevara en el pecho, la que defendiera hasta el cansancio, de la que estuviera orgullosa: ¿Una que se basara en las frivolidades más heladas que puedan existir o aquella que busca y encuentra las preguntas y respuestas en lo que es y cómo se ha conformado la lógica del mundo que me rodea?
Efectivamente, ha quedado demostrado a través de este pequeño párrafo que sí tengo problemas de identidad, de moral, de camino, de dirección (entre otros) y que es muy díficil que ambas morales hayan podido convivir en un solo corazoncito. Pero hoy, con la mayoría de edad, les deseo a todos aquellos que tienen la vida resulta de acá a 20 años y que además tienen muy claro qué mierda quieren para esta vida que se ocupen de ocuparse de pasarla bien, porque una tiene dicotomías, están, pero nadie ha escrito nunca nada afirmando que era incoherente combinar una lucha desde lo colectivo con aquella cartera que tanto NECESITO, una lectura de O'Donell con Channel o hasta un esmalte de uñas con Gramsci.
Gracias, pura ficción.