domingo, 1 de julio de 2012

DECIR "Mi vida es una mierda"

La vida es dura. Durísima. Nos hace morir y volver a nacer más de las permitidas. Nos hace desilusionarnos de nosotros mismos más veces de lo que el autoestima podría soportar. Nos hace vincularnos con personas que después vamos a perder. Nos hace esforzarnos día a día por algo que no sabemos qué es. Y lo peor de todo es que quejarnos no soluciona nada.
Parecería que la queja está instalada desde siempre y para siempre. Es automático, es como un dispositivo que se dispara en aquel momento en el que la vida nos juega algo en contra que nos hace quejarnos. Quejarnos y nada más. Manifestar al mundo lo horrible que es nuestra vida cuando el mundo también tiene una vida horrible. La queja se queda solo en las palabras. Palabras que no tienen un claro destinatario. ¿Un otro? ¿Uno mismo? ¿Dios?
Personas que se quejan. Este comunicado es para ustedes:
La queja anula la capacidad de acción. La queja es quedarse en las palabras y profundizar la desilusión de esa, cualquier cosa, que nos haya molestado. La queja es tener una concepción de la realidad naturalista. El que se queja vive la vida, ve la realidad de una forma y no hace nada al respecto solo se atiene a decir "Mi vida es una mierda". Bueno, vos sos un inútil.
 El quejarse debe tener algo que ver con resabios que nos han quedado de aquellas sociedades comandadas enteramente por la religión cristiana. Las cosas eran de una forma y no de otra porque Dios así lo concebía. Desde esa perspectiva se entiende la queja, porque qué se puede hacer si el único que tiene la capacidad de transformar las reglas del juego es Dios. Ya han matado a Dios. Federico lo ha matado, y sin embargo la queja sigue estando más que vigente.
Ustedes, quejosos, por más revolucionarios que puedan ser en sus ideas, si se les cayó la tostada y lo único que pueden hacer es aullar "mi vida es una cagada", lamento decirles que tienen a Dios y a todos sus secuaces más adentro de lo que creían.
La queja naturaliza, elimina la capacidad de acción y los hace inútiles.
Dejemos de quejarnos y hagamos algo para que la vida no sea una mierda.

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