lunes, 17 de noviembre de 2014

Cuando te gusta alguien.

Esa idea de que cuando te gusta alguien lo último que tiene que suceder es que se diera cuenta que es en serio. Porque no es lo mismo que te guste alguien, a que te guste alguien.
No es lo mismo que te guste jugar con alguien a que te guste jugar y después descansar con alguien. Pero, ¿Sabes qué es lo mejor? Que las dos están buenísimas y las dos están bien. No es que están bien por oposición a estar mal, están bien como algo que puede pasar y que es divertido.
A veces te gusta jugar con alguien, jugar con las distancias, con los “no”, con las ausencias y los desencuentros. Desencuentros, hacen  de  ese juego que no lleva a nada más que  la simple diversión de jugar, siga siendo justamente divertido. Qué divertido que es cuando no sabes cómo va a ser mañana. Adrenalina de jugar a las escondidas en el recreo (hace años). ¿Nos gusta jugar con otros porque  es como cuando éramos más chicos?
Igual en un momento te cansas de jugar, y el otro seguramente también se cansa y cada uno se va a descansar a su casa, porque sólo se gustan. No es que se gustan como para descansar juntos.  Descansas y mañana no sabes si vas a querer jugar con la misma persona, o más adrenalínico aún, si la otra persona va a querer jugar con vos.
También te puede gustar alguien como para jugar y descansar. Es toda la parte de las escondidas, pero descansas con la otra persona. Capaz al principio es un poco incómodo porque es difícil descansar de a dos, además sigue habiendo adrenalina. Me parece que me pondría nerviosa descansar con alguien con quién juego y me divierto. ¿Es divertido descansar con quien jugas o es sólo descansar?

No importa,  en realidad me gustás y creo que además me estás gustando y quería saber si ahora, después de jugar, querías descansar conmigo. Porque te quiero mostrar que me gustas.  Por hoy. 

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