Esa idea de que cuando te gusta alguien lo último que tiene
que suceder es que se diera cuenta que es en serio. Porque no es lo mismo que
te guste alguien, a que te guste alguien.
No es lo mismo que te guste jugar con alguien a que te guste
jugar y después descansar con alguien. Pero, ¿Sabes qué es lo mejor? Que las
dos están buenísimas y las dos están bien. No es que están bien por oposición a
estar mal, están bien como algo que puede pasar y que es divertido.
A veces te gusta jugar con alguien, jugar con las
distancias, con los “no”, con las ausencias y los desencuentros. Desencuentros,
hacen de ese juego que no lleva a nada más que la simple diversión de jugar, siga siendo
justamente divertido. Qué divertido que es cuando no sabes cómo va a ser
mañana. Adrenalina de jugar a las escondidas en el recreo (hace años). ¿Nos
gusta jugar con otros porque es como
cuando éramos más chicos?
Igual en un momento te cansas de jugar, y el otro
seguramente también se cansa y cada uno se va a descansar a su casa, porque
sólo se gustan. No es que se gustan como para descansar juntos. Descansas y mañana no sabes si vas a querer
jugar con la misma persona, o más adrenalínico aún, si la otra persona va a
querer jugar con vos.
También te puede gustar alguien como para jugar y descansar.
Es toda la parte de las escondidas, pero descansas con la otra persona. Capaz
al principio es un poco incómodo porque es difícil descansar de a dos, además
sigue habiendo adrenalina. Me parece que me pondría nerviosa descansar con
alguien con quién juego y me divierto. ¿Es divertido descansar con quien jugas
o es sólo descansar?
No importa, en
realidad me gustás y creo que además me estás gustando y quería saber si ahora,
después de jugar, querías descansar conmigo. Porque te quiero mostrar que me
gustas. Por hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario